lunes, 29 de septiembre de 2008

DE LAS CRISIS TAMBIÉN SE APRENDE

Medellín, 29 de Septiembre

La crisis de Estados Unidos nos deja enseñanzas que podemos rescatar en lo político y en lo económico.
En lo económico nos deja muy mal parados a los colombianos que hemos basado nuestro crecimiento en el consumo con dinero plástico de muy fácil acceso, cinco millones de tarjetas consumiendo lo que muchas veces no se requiere, son una muestra de ello.
Es muy común que las personas tengan una o dos tarjetas de crédito, más la del éxito, más la de falabella y tengan fiado en la tienda, préstamo en la natillera y para completar el panorama económico de las familias paisas, que éstas no ahorren ni siquiera las cesantías o dependan del pagadiario.
Si seguimos gastando hoy, lo que vamos a ganar en dos o tres años la vamos a pasar muy mal, la economía se desacelerará y el desempleo crecerá a tasas intolerables para nuestras ciudades.
En lo político los gringos al ponerse de acuerdo para el salvamento del sector financiero nos demuestran que el país está por encima de los partidos, allí Demócratas y Republicanos aunque con intensos debates, deponen sus intereses para poner por encima los de la nación.

En lo local tenemos que aprender mucho de esta lección, los que perdieron las elecciones deben dejar gobernar, y los que ganaron deben dejar de lado el sectarismo perverso que aún hoy, doce meses después, muchos de ellos siguen esgrimiendo.
En la pasada contienda electoral en Medellín votaron alrededor de quinientas mil personas; el alcalde fue elegido por más de 270 mil votos, otros más de 300 mil escogieron opciones diferentes, que no ganaron pero que también hacen parte de la ciudad y que representan más del 56% de la población.
Al igual que Demócratas y Republicanos se tendrán que poner de acuerdo para sacar adelante a su País, quienes votaron por Alonso Salazar y quienes no votaron se tendrán que poner de acuerdo para resolver los grandes problemas que hoy afronta la Ciudad, como: 15% de desempleo, 40% de informalidad, incremento de la delincuencia con relación al año 2007, zonas de alto riesgo, contaminación ambiental, lentitud en la solución del problema de movilidad y conectividad, entre otros.
Los rezagos de la campaña política deben desaparecer, el sectarismo no debe ser tenido en cuenta en la toma de las decisiones de la administración, por el contrario, debemos lograr consensos para impulsar y acelerar el plan de desarrollo que hemos aprobado y que para muchos se percibe como frenado, como que no arranca.
Por ejemplo, sería nefasto para la ciudad, si después de lograr apoyo político de todas las bancadas, la propuesta de financiar por valorización unas veinte obras en el poblado, estas no se pudieran realizar por la demora en la implementación y se dejara contaminar por la próxima contienda electoral.
Nos quedan pues muchas lecciones de la crisis norteamericana, aquí resaltamos estas: fomentemos y estimulemos el ahorro, manejemos con responsabilidad el crédito de consumo en el campo económico y en lo político pongámonos de acuerdo sin sectarismos al proyecto de ciudad que se necesita para combatir la pobreza y lograr un sostenido crecimiento económico, sin detrimento del ponderado y serio control político que los habitantes de Medellín están esperando.

lunes, 22 de septiembre de 2008

MEDELLÍN SOLIDARIA Y COMPETITIVA



¿Están preparadas las universidades para apalancar en lo que les corresponde las transformaciones que requiere nuestra Ciudad para ser competitiva con inclusión?, contrario a lo que hoy ocurre con un empresariado paisa exitoso, entre ellos, pero con una pobre generación de empleo formal y por ende con un marcado desequilibrio en la redistribución de la riqueza, y si no que lo digan las cifras de Medellín, 14,6% de desempleo, 40% de empleo informal, 1.200.000 personas sisbén 1,2 y 3; 60,000 desconectados y 40,000 familias en zona de alto riesgo.

Medellín tiene una población estudiantil cercana a los 520 mil jóvenes entre preescolar y el grado 11, el 80% está en instituciones públicas y el 20% en privadas que han mostrado hasta la fecha mejor calidad en la educación.

Cuenta además la capital con una oferta universitaria superior a los 200,000 jóvenes mayor a la de otras ciudades del País, demostrándose que aquí no está el mayor problema.

Las universidades públicas tienen más de 100,000 estudiantes de los estratos 1, 2 y 3 que unidos a la oferta del SENA y a los estímulos que por más de 200 mil millones de pesos va a entregar el Municipio a los jóvenes de los sectores populares, para instituciones universitarias públicas y privadas, aumenta y mejora la cobertura tan necesaria para combatir la inequidad y lograr la inclusión.

Pero quedan interrogantes que quiero plantear desde este espacio: ¿Por qué Colombia no cuenta con una sola universidad dentro de las mejores 500 del mundo?, ¿Por qué en materia de calidad en ICFES y pruebas saber nos ganan otros departamentos y muchas ciudades de País?, ¿por qué el nivel de exigencia de nuestras universidades está por debajo del de Bogotá?, ¿Son suficientes 16 semanas académicas para sacar con calidad un semestre en cualquier carrera?, ¿Nuestra baja intensidad horaria es la adecuada?. Al igual que con la salud, que le aportan a la calidad y a la competitividad de la Ciudad las universidades e instituciones de garaje?, ¿Podrá lograrse la innovación en nuestras empresas con la calidad que hoy ofrecen las universidades al necesario recurso humano?
Por supuesto que el debate debe ir más allá de la cobertura y de la calidad, tiene que pasar con responsabilidad y compromiso social por la pertinencia de los programas que estamos ofreciendo.

Las universidades tienen que golpearse, tienen que hacer autocrítica en vez de estar buscando razones que se convierten en excusas cuando se les cuestiona por NO hacer muchas de ellas bien la tarea.

Será que no es también responsabilidad de las universidades el alto desempleo de profesionales que saliendo de sus claustros, inclusive con muy buenas notas, miles de ellos no encuentran trabajo porque el perfil o la carrera no es la que está pidiendo o necesitando el País.

Será que las universidades públicas que se financian con dineros públicos van a seguir ofreciendo programas y pregrados NO pertinentes, generándole a los sectores populares desesperanzas y frustraciones después de obtener el título.

Para que los académicos no le hagan esguince a esta discusión podemos afirmar que el sector empresarial paisa, que los famosos cacaos han sido exitosos entre ellos, pero han sido inferiores a la responsabilidad social que tienen de generar crecimiento económico donde todos ganen, no sólo ellos.

Será que es ético ofrecer programas que no leen la realidad del País, sólo porque miles de adolescentes quieren esos programas desconociendo que posteriormente no van a encontrar posibilidades en nuestro pobre mercado laboral y mucho menos van a encontrar estímulos para ser dueños de su propia empresa.

Será que es bueno seguir abriendo programas para sobre ofertar profesionales y así el sector público y privado encuentra talento humano, pagando salarios irrisorios.

Podríamos iniciar la lista con la cantidad de carreras que no tienen la calidad necesaria para un país que quiere pasar del subdesarrollo al desarrollo, al mismo tiempo que de muchos programas que aun teniendo buena calidad no son pertinentes y no se requieren al menos la cantidad de egresados que estamos recibiendo anualmente.

Abramos el debate fuera y dentro de la universidad sin temor a la discusión: ¿Es de buena calidad la facultad donde estoy estudiando?, ¿es pertinente la carrera que escogí?, y hagámosle recomendaciones y exigencias a los directivos de las universidades, para que desde la calidad y la pertinencia le aportemos nuestro granito de arena a la competitividad que debe adquirir Medellín.

lunes, 15 de septiembre de 2008

LA INSEGURIDAD QUE HOY PERCIBEN LOS MEDELLINENSES, ES REAL O ES FRUTO DE LA IMAGINACIÓN?

Medellín15 de septiembre de 2008

La alcaldía de Medellín debe ponerle atención al reclamo permanente, y con tendencia al alza, que vienen haciendo los habitantes de la ciudad por el aumento de algunos delitos que golpean inclementemente a la sociedad.

No se escapa ninguna comuna de las quejas sobre atracos callejeros, robos a las viviendas, a los negocios, fleteos al salir de un cajero o de un banco, e inclusive del aumento en el número de homicidios y el recrudecimiento de la delincuencia con relación al 2007, eso sí nunca con relación a la década del 90.
Las cifras que los Senadores y Representantes esgrimieran en el debate -que si pero que no fue debate- al alcalde de Medellín que no asistió, han sido discutidas y analizadas por el Concejo de la ciudad y denunciadas por los diferentes medios de comunicación, allí no hay nada nuevo.

Lo nuevo que uno esperaría del Congreso de la República, sin quitarles el derecho y el deber que tienen de ejercer control político a cualquier funcionario y mucho más en temas como el de la seguridad, es que estuvieran proponiendo la creación de más unidades de policía, exigiendo eficiencia a la justicia, cuestionando la impunidad y apropiando más recursos para incrementar la inversión social que nos ayude a combatir el hambre y la pobreza que son caldo de cultivo para la delincuencia.

Propuestas tan pobres como la de crear un secretaría de seguridad no le sirven para nada a la capital paisa, requerimos mayores esfuerzos del Gobierno Nacional ya que Medellín hace lo que le corresponde y mucho más.

Será que se desconoce que con los impuestos que pagamos los medellinenses se vienen costruyendo más de 25 C.A.I, varias estaciones de policía, se han entregado cientos de motos a la policía garantizándoles mantenimiento y combustible y se financia el uno-dos-tres que es lo único rescatable de Metroseguridad y que sirve de soporte al Tránsito, al Simpad y a la Policía, sin contar las muchas otras políticas públicas que se atienden desde la Secretaría de Gobierno en la búsqueda de fortalecer la justicia y mejorar la convivencia.

Se requiere mucho más por parte del Gobierno Nacional para garantizarle a los medellinenses la seguridad que tanto nos han ofrecido, se necesita más compromiso de los empresarios, industriales y comerciantes en la generación de empleos con dignidad.

El sector privado no puede seguir tapando su incapacidad, echándole la culpa al Banco de la República por las tasas de interés, un país que no tenga cultura del ahorro y que depende para su crecimiento del peligroso y mal manejado crédito de consumo, es un país proscrito al subdesarrollo y esto favorece la inseguridad.

Por supuesto que la alcaldía y el concejo están obligados a escuchar a la comunidad, a hacerle seguimiento permanente con la policía, la fiscalía y el ejército, al problema de la inseguridad que hoy vivimos, exigiéndole resultados a las diferentes autoridades en lo que les corresponda.

No podemos además, descuidar el programa de reinserción que aunque con muchos problemas, tenemos que reconocerlo, le ha servido a Medellín, muchos le han jugado limpio al proceso y eso hay que contarlo y cuidarlo.

Con la extradición de los jefes paramilitares, se sabía el reacomodo de organizaciones delictivas en el área metropolitana que debió ser y debe ser contrarrestado por las autoridades sin dilación y sin excusas.

No se puede seguir sacando pecho ante los éxitos señor Ministro y escondiéndose o excusándose ante los fracasos, la seguridad en las ciudades también es su responsabilidad.

lunes, 8 de septiembre de 2008

MEDELLÍN UN JARDÍN DE AMÉRICA, UNA CIUDAD LIMPIA

Medellín 9 de Septiembre

Recientemente la Secretaría de Obras Públicas realizó un convenio con el Jardín Botánico, para poner en práctica un acuerdo del Concejo Municipal que busca convertir a Medellín en una verdadera ciudad de las flores, un jardín de América, sembrando jardín en las glorietas, los separadores centrales, la Avenida del Río, los parques y motivando a los ciudadanos para que hagan lo propio en sus urbanizaciones, sus zonas verdes y en las escuelas.
Creo que es un buen comienzo, que unido a la gran siembra de árboles que se hará en estos cuatro años, mitigando un poco el gran deterioro ambiental de Medellín y el área metropolitana del Valle de Aburrá. Ojalá que todos cuidemos este esfuerzo de la municipalidad y aportemos el propio.
Por supuesto que esta iniciativa sola no hace ver bonita a la ciudad, requerimos de ciudadanos comprometidos, respetuosos y educados que no hagan lo que hoy estamos viendo: Una indisciplina creciente en el manejo de las basuras y de los escombros. Los dueños de los negocios y los constructores deberían dar ejemplo en el manejo de sus residuos llaménse hospitalarios, de comidas, papel, cartón, escombros, etc., exigimos de ellos responsabilidad social.
Los venteros ambulantes que tanto exigen se les respete el derecho al trabajo deben entender que también tienen deberes que respetar y a ello se deben acoger.
Los habitantes debemos crear disciplina social sacando a tiempo nuestras basuras y no botando los escombros en las zonas verdes, vías, parques y quebradas. Lógico que al Municipio de Medellín también le cabe responsabilidad de lo sucia que hoy perciben los medellinenses a su ciudad, la Administración cobra por el servicio y a él se debe.
Empresas Varias debería estarse reinventando permanentemente para mantener limpia a Medellín, debe crear con la Secretaría de Cultura Ciudadana conciencia social, sentido de pertenencia, disciplina y compromiso de los ciudadanos para con su cuadra, su barrio, su comuna y por lo tanto, amor y orgullo por su ciudad.
Para ello se requiere que la familia se comprometa, que la escuela forme, que la Administración Municipal mantenga campañas permanentes en radio, prensa y televisión hasta que tengamos una comunidad que ame, cuide y respete lo nuestro: La ciudad que es de todos.
No sobra una manito de la Policía Nacional y de la Secretaría de Gobierno, quienes deben ejercer su autoridad en procura del bien común, para ello cuentan con el Código de Policía o de Convivencia o como lo quieran llamar.
La ciudadanía no ve con buenos ojos que sus zonas verdes se conviertan en basureros, en sanitarios de irresponsables y de lindos perritos que siempre son llevados por sus dueños a defecar al frente de la casa del vecino, nunca al frente de la casa del dueño del perro.
Por último, si queremos una ciudad limpia tendremos que reglamentar y controlar la publicidad exterior, debemos mejorar la malla vial que hoy en muchos sectores se está llenando de huecos y tenemos que recuperar el espacio público para los ciudadanos.
Cumplimiento de sus funciones por parte de Empresas Varias de Medellín, la Secretaría de Cultura Ciudadana y la Secretaría de Obras Públicas, compromiso ciudadano, amor por lo nuestro y ejercicio de autoridad de la Secretaría de Gobierno y la Policía Nacional, son apenas unos pedidos elementales que queremos hacer desde este espacio, usted podrá ampliar y profundizar más en la búsqueda de una ciudad limpia y amable para todos.
Medellín tiene que volver a ser la tacita de plata pero para ello nos tenemos que comprometer todos.

martes, 2 de septiembre de 2008

VUELVE Y JUEGA, MIENTE EL DANE Y EL GOBIERNO LO REGAÑA

Medellín 1 de septiembre de 2008

Las cifras que tiene el DANE en materia de desempleo le siguen ayudando al Gobierno al no revelar la realidad, que es bien distinta a la que esta entidad nos quiere hacer creer con relación a la generación de empleo en el país.
Recientemente al analizar los problemas que Colombia tiene para garantizarle la seguridad social a todos los colombianos, manifestamos que 27 millones de personas están atendidos en salud gracias al Sisben por no tener empleo.
Afirmamos también que sólo 7 millones y medio cotizan para pensión y salud y que de ellos, 6 millones y medio están afiliados a cajas de compensación familiar y riesgos profesionales, lo que demuestra que en Colombia el empleo formal sólo beneficia al 40% de la población.
El Presidente de la República salió a regañar al DANE porque en el país aumentó el desempleo, argumentando que las estadísticas son injustas.
El señor Presidente también regañó al Banco de la República, a quienes culpó del desempleo aunque no cree en las cifras, sosteniendo que las altas tasas de interés son las responsables de esta hecatombe en materia de empleo en Colombia.
El Gobierno en vez de desconocer las cifras del DANE y de culpar al Banco de la República debería buscarle salida al grave problema de desempleo y de informalidad que hoy golpea a los colombianos.
Por supuesto que no es menos preocupante la mala remuneración que tienen los trabajadores con un salario mínimo por debajo del de países como Chile, Argentina y Brasil, con la complacencia del Gobierno dizque para que nuestras empresas sean más competitivas.
El desempleo es mucho mayor del que dice el DANE, pero aún así, aceptando estos indicadores el Gobierno y los empresarios deberían estar buscando cómo resolver este grave problema que mantiene en la pobreza a más de la mitad de nuestros compatriotas.
Si el 12% de desempleo asusta al país, los medellinenses deberíamos estar más preocupados al conocerse que somos la cuarta ciudad con mayor desempleo en Colombia con el 14.6%, más de 320 mil desocupados en Medellín, sin contar a los que aparecen como empleados así estén vendiendo confites en un semáforo, debe tocarnos a todos.
Los Congresistas que están citando al Alcalde de Medellín por la inseguridad que hoy vive la ciudad deberían cambiar el fin, para buscar desde el Congreso dos mil Policías más para la capital paisa, si así fuera el Alcalde debería asistir, pero si es para hacer un debate político con otros fines al que tienen derecho según la Constitución y la ley, Alonso Salazar no debería asistir.
Si los Congresistas quieren ayudarle a la ciudad agilizando los obras que hoy están paradas, atrasadas o sin iniciar como: Metroplús, Vía Túnel de Occidente, Carrera 80, entre otras, que el Alcalde acuda a la invitación, de lo contrario su asistencia no tiene sentido.
Con absoluta seguridad podemos afirmar que de las muchas causas de la violencia que presenta Medellín son el desempleo y la pobreza que éste casi siempre acompaña y el número insuficiente de Policías que hoy tiene nuestra capital.
Ahora bien, en Medellín se ha venido incrementando la inseguridad con relación a los logros obtenidos en el 2007, pero muy por debajo de los niveles de violencia que soportamos años atrás.
Necesitamos pues, ayuda de nuestros Congresistas y del Gobierno Nacional para que la tan cacaraquiada confianza inversionista llegue a Medellín para generar empleo, al mismo que el Estado combata el contrabando que está acabando con renglones de la economía como el de confecciones, también es necesario que el Gobierno Local adelante y acelere las obras de infraestructura por su impacto positivo para el empleo.

 
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