Medellín, 18 de Noviembre
La ciudad ganó una primera dama para la niñez.
Martha Liliana Herrera asumió con gran compromiso la misión de impulsar políticas públicas en beneficio de los niños de Medellín. Son muchos los frentes en pro de la infancia que ella ha emprendido.
La atención integral de los niños menores de cinco años siempre ha estado en manos del I.C.B.F, con la presencia de algunas ONG y muy tímidamente las cajas de compensación familiar.
Bienestar Familiar brinda atención a más de 50 mil niños menores de cinco años en los barrios populares de la ciudad, a través de los Programas Hogares Comunitarios y Hogares Infantiles, y en protección, por medio de las Madres Sustitutas.
El Municipio viene ampliando la cobertura, abriendo nuevos preescolares, mejorando ostensiblemente desde buen comienzo, apoyando la atención de los niños con las ludotecas del INDER, garantizando la seguridad alimentaria y, ahora se la juega con la construcción de 19 ó 20 guarderías, hogares infantiles o jardines sociales.
El nombre no importa tanto. Por fín construiremos en los próximos tres años unos 20 equipamentos iguales o mejores al recién inaugurado en la Comuna 13, con la presencia de la primera dama de la Nación Lina Moreno de Uribe.
Serán espacios confortables que permitirán a los niños más pobres de Medellín tener un armónico crecimiento y desarrollo, bajo la tutela de madres comunitarias bien cualificadas y con el apoyo de profesionales preparados para la atención de la infancia.
La primera dama y el Alcalde agarraron el toro por los cachos. Después de que los 21 concejales aprobamos la construcción de los nuevos hogares infantiles o jardines sociales, comprometieron al I.C.B.F Bogotá con la financiación del funcionamiento de este importante programa.
Lo anterior genera mucha satisfacción. Tener garantizados los recursos por cuenta de una entidad seria como Bienestar Familiar es un éxito y da un parte de tranquilidad a los futuros alcaldes.
No podemos olvidar que todo programa que se establece agota cada vez más el presupuesto de Medellín y va quitando la posibilidad de realizar las grandes inversiones que en materia de obra pública requiere la ciudad.
Las bibliotecas, por ejemplo, requieren ser presupuestadas de por vida. Año tras año, éstas no son financiadas por las cajas de compensación familiar, sólo son operadas por ellas, pero con presupuesto de la ciudad. No son las bibliotecas de Comfama o Comfenalco, como la comunidad lo está percibiendo. Son las bibliotecas del Municipio de Medellín, administradas mediante convenio por éstas importantes entidades.
Que el Municipio construya los jardines y el I.C.B.F financie su operación es el matrimonio ideal. Se debe al Concejo, al Alcalde, al I.C.B.F y a Martha Liliana Herrera quien tocó las puertas y comprometió el nivel nacional en tan hermoso programa.
Tenemos otros retos. Uno de ellos, mejorar la ya muy vieja infraestructura de los hogares infantiles y así cualificar la atención de lo más preciado de una sociedad: nuestros niños.